América Latina y el Caribe, al igual que el resto del mundo, está atravesando una crisis sin precedentes producto de la pandemia del COVID-19. La región se ha convertido según la OMS en el nuevo epicentro de la pandemia. La CEPAL estima una contracción regional promedio de las economías del 5,3% para 2020 y un aumento en la tasa de pobreza de 4,4 puntos porcentuales, lo que significa un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza.

La crisis sanitaria y económica que ha desatado la pandemia está teniendo profundas implicancias y golpea de modo más fuerte a mujeres, niñas, lesbianas, personas trans y demás grupos poblacionales histórica y estructuralmente marginados, poniendo en riesgo logros en materia de derechos humanos de las últimas décadas y profundizando las desigualdades de género, sociales y culturales existentes.

En este desafiante y adverso contexto, las organizaciones de mujeres no han detenido su compromiso y trabajo, y lo hacen desde la creatividad y la capacidad de resiliencia, sabiendo que las alianzas y las articulaciones conjuntas son claves para enfrentar escenarios como los actuales.

La coyuntura específica determinada por la pandemia de COVID-19, plantea desafíos estructurales a las autoridades públicas, a las autoridades en salud y también a las organizaciones de la sociedad civil a nivel global.

Descargar Diagnóstico