Mi nombre Miranda Suero, en el año 1995 inicie mis primeros pasos  en el activismo luchando por los derechos de las personas con capacidades especiales, para esa época todavía en República Dominicana las organizaciones de la sociedad civil no tenían mucha fuerza pero tratábamos de visibilizar la problemática de esta población. En ese entonces no tenía ningún vínculo con el VIH.

Es en el 2004 cuando empiezo a trabajar a nivel comunitario con personas con VIH dándole acompañamiento, ya tenía seis años con diagnostico pero no era visible aun, con la educación continua y las luchas contra el estigma y la discriminación propios de la época fui saliendo de la invisibilidad. Una de las razones que me motivaron era escuchar constantemente que el VIH era una enfermedad que solo afectaba a las trabajadoras sexuales y homosexuales y sabía que era así.

En el 2010 paso a ser miembro de la ICW a través de la Alianza Solidaria para la Lucha Contra el Sida (ASOLSIDA), donde recibíamos cada mes las publicaciones y las historias de las compañeras me motivaban mucho porque podía percibir su resiliencia y su fuerza. Hoy día soy visible en mi país y gracias a esa visibilidad he sido parte activa de varios procesos de incidencia importantes para la respuesta al VIH en República Dominicana; los procesos de incidencia desde la ICW a nivel local y regional han fortalecido mis conocimientos y compromiso por los derechos de las  mujeres.

Como una de las suplentes del capítulo dominicano de la ICW trato de mantenerme a la vanguardia en todo lo concerniente a temas que involucren tanto las actividades de la ICW como el avance y desarrollo de temas que fortalezcan la lucha y las metas de la población.