Las mujeres valientes que viven con el VIH comenzaron a organizarse a través del apoyo entre pares desde muy temprano en la pandemia.

En el Reino Unido, crearon Positively Women (ahora conocida como Positively UK) en 1987. Positively Women se convirtió en una organización pionera que ofrecía un espacio seguro y sin prejuicios para que las mujeres se reunieran y hablaran de lo que más les importaba y expresaran sus temores en torno a la enfermedad, la muerte, las relaciones sexuales, tener hijos, no tenerlos, revelar el estado del VIH a los hijos y a la pareja, el empleo, la vivienda, la discapacidad y mucho más. El apoyo de los compañeros fue, y sigue siendo, una parte crucial para afrontar un diagnóstico de VIH.

En julio de 1992, 57 mujeres seropositivas de 24 países se reunieron en un taller de transformación de cinco días en los Países Bajos.

Allí compartieron sus historias y experiencias personales, el rechazo de amigos y familiares, la pérdida de hogares y trabajos, la retirada de los hijos, la falta de acceso a la atención médica básica, los abortos forzados y las esterilizaciones. Recibieron poco apoyo, se enfrentaron al estigma y la discriminación generalizados, a la enfermedad y a la muerte. Pero estaban decididas, en el tiempo que tenían, a trabajar juntas, a marcar la diferencia. Tras un largo debate, redactaron las Doce Declaraciones que se convirtieron en los cimientos de una nueva red paraguas, la Comunidad Internacional de Mujeres que viven con el VIH (ICW).

Estos miembros fundadores de la ICW, decididos a que las mujeres que viven con el VIH no vuelvan a ser invisibles, sin voz o ignoradas, subieron al escenario durante la 8ª Conferencia Internacional sobre el Sida en Ámsterdam.

  • 1

    Necesitamos ánimo de apoyo para desarrollar las redes y los grupos de autoayudas.
  • 2

    Necesitamos que la prensa nos muestre de manera realista y sin estigmatizarnos.
  • 3

    Necesitamos acceso fácil y asequible a los servicios de salud integral (convencionales y complementarios) e investigación acerca de cómo el virus afecta a la mujer.
  • 4

    Necesitamos financiación para más servicios que disminuyan nuestro aislamiento y cumplan con nuestras necesidades básicas. Todos los fondos que nos sean destinados deben estar supervisados para asegurar que los recibimos.
  • 5

    Necesitamos el derecho a ser respetadas y apoyadas en nuestra decisión sobre la reproducción y sobre el derecho a tener o no tener hijos.
  • 6

    Necesitamos el reconocimiento del derecho a la atención de nuestros hijos huérfanos y a la importancia de nuestro papel como madres.
  • 7

    Necesitamos educación y capacitación a los proveedores de asistencia sanitaria y a la comunidad en general sobre los riesgos en la mujer y nuestras necesidades. Información actualizada y precisa sobre todos los problemas que afectan a las mujeres viviendo con VIH debería estar disponible de manera fácil y gratuita.
  • 8

    Necesitamos el reconocimiento de los derechos fundamentales de toda mujer viviendo con VIH/SIDA particularmente para la mujer en prisión, la usuaria de drogas y la profesional del sexo. Incluir en los derechos fundamentales la vivienda, el empleo y el viaje sin restricciones.
  • 9

    Necesitamos investigación sobre la transmisión del virus en la mujer, incluido la transmisión de mujer a mujer; reconocimiento y apoyo a las lesbianas con VIH/SIDA.
  • 10

    Necesitamos el poder para tomar decisiones y ser consultadas a todo nivel sobre las políticas y programas que nos afectan.
  • 11

    Necesitamos apoyo financiero para las mujeres viviendo con VIH/SIDA en los países en vías de desarrollo para ayudarlas a ser independientes económicamente y a nivel personal.
  • 12

    Necesitamos incluir en cualquier definición de SIDA los síntomas y manifestaciones clínicas específicas de la mujer.